Un sábado en la tarde, no de marzo ni abril, más bien era de Junio, en la que el sol apenas asomaba por las nubes grises de la capital, me encontré con un extraño querido por sus letras. Encantada toqué un poco más de el, me acerqué a su Coatzacoalcos natal, me presentó dos de sus amigos y me regaló versos de Sabina, Serrano, Escobar y Delgadillo; un poco de Coti le pasé yo y alguno que otro retrato.
Una tarde normal de junio, llegó a mí ese extraño y me abrió su mundo como si hace años nuestros caminos se hubieran topado. Una tarde, unas cuantas horas bastaron para afirmar las palabras que el mismo me ha mostrado:
“Soy vecino de este mundo por un rato y hoy coincide que también tu estás aquí, ¡Coincidencias tan extrañas de la vida!, tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio…¡y Coincidir!”
Un abrazo para aquel que tiene una buhardilla frente al mar.
Una tarde normal de junio, llegó a mí ese extraño y me abrió su mundo como si hace años nuestros caminos se hubieran topado. Una tarde, unas cuantas horas bastaron para afirmar las palabras que el mismo me ha mostrado:
“Soy vecino de este mundo por un rato y hoy coincide que también tu estás aquí, ¡Coincidencias tan extrañas de la vida!, tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio…¡y Coincidir!”
Un abrazo para aquel que tiene una buhardilla frente al mar.
Comentarios
Una tarde normal de junio que se volvió como primavera.
Una ilusión, un enorme gusto de coincidir con una guerrera.
Un compartir gustos, canciones, letras y varios poemas.
Un cantar a dúo y derrotar juntos las grises penas.
Un "chévere", un "qué chido", un "no manches" y una "neta."
Una buhardilla que esa tarde dio abrigo a una princesa.
Un "diario de una enamorada", una niña siempre juiciosa.
Una tarde que se acabaron las palabras, una poeta pecosa.
Un Sabina, Filio, Escobar, Shakira, Fernando Delgadillo.
Un Calamaro, Coti, Cepeda, y al final Julio Jaramillo.
Una emoción de conocerte, un alma que canta y baila.
(y con la dicha de leerte es imposible sentirse "paila").
Un hablar como españoles, un mirar atento tus fotografias.
Una reunión de dos corazones, más de cien latidos de alegrías.
Una bella doncella en la playa, un castillito hecho de arena.
Tus "atributos" que no callan y Santa Marta vive en tus venas.
Una "rolita" sensible, tierna, inteligente, bella y juguetona.
Una presencia increíble, una estrellita nacida en Colombia.
Unas horas que pasaban ese sábado sin sentirlas pasar.
Una poesía antes de la poesía, una princesa de Bogotá.
Con cariño, y con la alegría de conocerte y poder incluirte entre mis más cercanas amigas (no creo tener otra de Colombia niña!)
Te mando muchos cariños y besos con espumita del mar de Veracruz! :)
Gracias por pasar por mi blog, vuelve cuando quieras. Abrazos
Saludos.
Saludos y excelente post.
Hola, gracias por tu visita y tus palabras. Un placer conocerte.
Besos
Un abrazo afetuoso y cálido de sábado!