Yo no lo sé de cierto, pero supongo
que una mujer y un hombre
algún día se quieren,
se van quedando solos poco a poco,
algo en su corazón les dice que están solos,
solos sobre la tierra se penetran,
se van matando el uno al otro.
Todo se hace en silencio.
Como se hace la luz dentro del ojo.
El amor une cuerpos.
En silencio se van llenando el uno al otro.
Cualquier día despiertan, sobre brazos;
piensan entonces que lo saben todo.
Se ven desnudos y lo saben todo.
(Yo no lo sé de cierto. Lo supongo.)
Jaime Sabines
Comentarios
no he encontrado mejor definicion de amor que esta
Jaime Sabines es uno de mis poetas favoritos y me emociona saber que compartimos ese gusto!
Te dejo unos fragmentos de algunos de sus poemas que más me gustan (claro sin mencionar todo ese poema llamado "Los amorosos" que me fascina!):
I
Me tienes en tus manos
y me lees lo mismo que un libro.
Sabes lo que yo ignoro
y me dices las cosas que no me digo.
Me aprendo en ti más que en mí mismo.
Eres como un milagro de todas horas
como un dolor sin sitio
II
No es nada de tu cuerpo,
ni tu piel, ni tus ojos, ni tu vientre,
ni ese lugar secreto que los dos conocemos,
fosa de nuestra muerte, final de nuestro entierro.
No es tu boca -tu boca que es igual que tu sexo-
ni la reunión exacta de tus pechos,
ni tu espalda dulcísima y suave,
ni tu ombligo, en que bebo.
Ni son tus muslos duros como el día,
ni tus rodillas de marfil al fuego,
ni tus pies diminutos y sangrantes,
ni tu olor, ni tu pelo.
(...)Es sólo este lugar donde estuviste,
estos, mis brazos tercos.
III
Tu cuerpo está a mi lado
fácil, dulce, callado
Tu cabeza en mi pecho se arrepiente
con los ojos cerrados
y yo te miro y fumo
y acaricio tu pelo enamorado.
Esta mortal ternura con que callo
te está abrazando a ti mientras yo tengo
inmóviles mis brazos
Miro mi cuerpo, el muslo en que descansa tu cansancio
tu blando seno oculto y apretado
y el bajo y suave respirar de tu vientre sin mis labios
Te digo a media voz cosas que invento a cada rato
y me pongo de veras triste y solo
y te beso como si fueras tu retrato
Tú, sin hablar, me miras
y te aprietas a mí y haces tu llanto
sin lágrimas, sin ojos, sin espanto
Y yo vuelvo a fumar, mientras las cosas
se ponen a escuchar lo que no hablamos