Hay días en los que nos sentimos fuertes, como las costas cuando las olas rompen en su cuerpo. Creemos que podemos conquistar el terreno que nuestros pies andan, pues para ese orgullo por sentirnos tan absolutos es tierra virgen. No hay cielo que en su rotación nos detenga ni pensamientos, recuerdos o amores que llenen de lágrimas nuestros ojos; no existen barreras para creer que todo es posible, aun cuando el cielo te grita que eres humano. Amanecer en días en los que te puedes levantar del lado izquierdo de la cama y aun así, conquistar el mundo; pasar por alto todas las señales y entender lo que te quieren decir con más sexto sentido que visión. En esos días en los que el reloj hace más largos los segundos sólo para descubrir una nueva peca en tu rostro que no luce nada mal o un brillo en los ojos que no habías notado. Días en los que queremos cambiar el mundo y nos sentimos super héroes al ayudar a un niño en la calle o a la gente que no tuvo tanta suerte como para amanecer sintiéndose como una montaña mientras el viento la azota.
Hoy es uno de esos días para mí, no hay imposibles para dedicar mis frases y mis canciones, no hay barreras para vivir mis sueños, no hay un lado izquierdo de la cama, no hay un pasado que quiera devolver, sólo existe el hoy. En esos días mi sonrisa es extensa, cálida, soñadora; mis ojos ven todo lo que oculta el alma y mis labios solo están cerrados porque me dan más ganas de escuchar que de hablar; salto y corro, recuerdo las cosas bellas de toda una vida y me siento satisfecha por los días que Dios me ha otorgado.
Hoy es uno de esos días para mí, no hay imposibles para dedicar mis frases y mis canciones, no hay barreras para vivir mis sueños, no hay un lado izquierdo de la cama, no hay un pasado que quiera devolver, sólo existe el hoy. En esos días mi sonrisa es extensa, cálida, soñadora; mis ojos ven todo lo que oculta el alma y mis labios solo están cerrados porque me dan más ganas de escuchar que de hablar; salto y corro, recuerdo las cosas bellas de toda una vida y me siento satisfecha por los días que Dios me ha otorgado.
Comentarios
Deseo mucho que todos tus días sean como "uno de esos días" donde tu sonrisa siempre sea extensa, cálida, soñadora; tus ojos vean lo que oculta el alma y tus labios se cierren solamente porque tienes más ganas de escuchar que de hablar.
Por lo pronto "hoy es un día de aquellos" (tomando la frase de mi único amor platónico y, qué casualidad, también colombiana -de Barranquilla-) en los que también me he sentido emocionado pues por esas "causas y azares" de la blogósfera pude coincidir con tu blog!!!
Admito que me has tenido más de una hora leyéndote y he quedado cautivado!
Un gran abrazo desde México! :)