Así pues, me aventuro a escribir sobre esto para mostrarles lo que podrían hacer en sus vidas con estos 7 principios Davincianos. En la entrada de hoy, el telón se abre para el primer principio: la Curiosità.
Según Leonardo "el deseo de aprender es natural en los buenos hombres" y no es para menos, la curiosidad es un impulso natural que todos tenemos y que ponemos a funcionar con mayor frecuencia cuando tenemos como 7 años (¿recuerdan?), Preguntamos el "por qué" de todo, "por qués" que ni nuestros papás contestaban sin antes abrir los ojos como platos. Pues bien, la idea es que aun cuando tengamos el doble o el triple de esa edad, no perdamos la actitud de acercarnos a la vida con esa curiosidad insaciable y la búsqueda continua del aprendizaje.
Para desarrollar la curiosità en nuestra vida es útil comprar un cuaderno en el que podamos anotar las ideas, impresiones y opiniones que surjan diariamente. Podemos comenzar haciendo 100 preguntas, de ellas, subrayar las que traten de los mismos temas. No hay que intentar responder esas preguntas, pero si esto sugiere más cuestionamientos, bienvenidos sean. Obviamente, las preguntas no vienen con sus respuestas (¿Qué más quisiéramos?) por lo que tenemos que dividir esos cuestionamientos en otros más profundos: Cuál?, Cuándo?, Quién?, Cómo?, Dónde? Y (la +) Por qué?. Debemos preguntarnos el Por qué, del Por qué, del por qué…Hasta llegar al final del asunto.
Hay muchas otras formas para desarrollar la curiosità en nuestras vidas: cuando cambiamos la comida que usualmente comemos, al ir por otra ruta, al decir cosas que jamás diríamos, aprendiendo otro idioma, haciendo cursos de "preparación de empanadas avanzado" simplemente por saber…La curiosidad puede que haya "matado al gato", pero también le permitió a Leonardo Da Vinci, Einstein, Isaac Newton, como a tantos otros, ser recordados después de muertos.
Comentarios
Saludes niña y no sé que te hiciste hoy